- Francisco Pantín, vicepresidente de CIEM, interviene en la Comisión de Hacienda y Presupuestos en el marco de la proposición de ley para modificar la tasa Enresa
La Confederación Independiente de Empresarios y Autónomos de la provincia de Badajoz (CIEM) ha defendido esta semana en la Asamblea de Extremadura la necesidad de mantener operativa la Central Nuclear de Almaraz (CNA), una infraestructura que “esencial para Extremadura y para España” tanto desde el punto de vista energético como económico y social.
Durante su intervención ante la Comisión de Hacienda y Presupuestos, el vicepresidente de CIEM, Francisco Pantín, subrayó que “la estabilidad de la red eléctrica, hoy por hoy, no la ofrece el que haya un mayor origen renovable en su generación, sino la existencia de sistemas de generación como hidráulica, nuclear y ciclo combinado”, destacando además que la CNA produce “el 7% de la energía eléctrica que consume toda España, el equivalente al consumo de 4 millones de hogares”.
Pantín ha alertado de las consecuencias del cierre de la central sin una alternativa clara para el territorio. Como explicó en du intervención, que se incorporará a la documentación a petición de varios diputados y el presidente de la comisión, la CNA “da empleo directo e indirecto, de calidad y bien remunerado, a más de 3.000 personas” y su clausura supondría una “reducción de población activa en el orden del 36% en la Comarca del Campo Arañuelo, sobre todo en las localidades más próximas, como son Almaraz, Saucedilla, Romangordo, Belvís de Monroy, y el consiguiente envejecimiento de la población”.
Además, ha explicado que “muchos comercios de la zona verán con bastante incertidumbre su continuidad” y que habría un “menor gasto [que] influiría en una menor recaudación de impuestos y, por tanto, en una reducción de servicios tanto de la administración local como de la autonómica”.
Junto a los argumentos económicos y sociales, CIEM ha expresado su apoyo a la proposición de ley que plantea modificar la Disposición Adicional Sexta de la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico, en relación con la tasa Enresa que deben abonar las centrales nucleares por la gestión de residuos. Según Pantín, “la carga fiscal ha comprometido la viabilidad económica de las centrales nucleares, que ha aumentado un 400% desde 2008”, lo que hace que, desde este mismo año, “la carga fiscal de estas empresas pudiera suponer más del 40% de sus costes”.
En este sentido, ha defendido que “cualquier disminución de esa presión fiscal […] podría resultar beneficiosa para que las empresas propietarias de las centrales nucleares no solo consideren su postura de solicitar ampliar la concesión de explotación, sino que podría suponer […] un abaratamiento de la factura de la luz para los consumidores”.
CIEM ha concluido su intervención reclamando una visión realista y equilibrada sobre el papel de la energía nuclear en el modelo energético español, recordando que “la energía nuclear, sin tratarse estrictamente de una energía renovable, es una fuente no emisora de gases de efecto invernadero que abarataría el coste de la energía sin depender de terceros”. Además, también ha abogado por que la Administración apueste por el mantenimiento de las centrales nucleares, «siguiendo la estela europea, para saber aprovechar todos los recursos que tenemos a mano, garantizar la seguridad energética y evitar ser la ‘oveja negra’ del continente”.