La patronal prioriza en la estabilidad económica y favorecer un marco fiscal y regulatorio que incentive la creación de empleo y la inversión privada
Los datos publicados por la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al segundo trimestre de 2025 reflejan una evolución positiva del mercado laboral en términos generales en la región, según ha destacado el presidente de la Confederación Independiente de Empresarios (CIEM), José Luis Iniesta, aunque también hay signos sobre los que hay que estar alerta para evitar incertidumbres que puedan condicionar la sostenibilidad de estos datos en los próximos meses.
En concreto, Iniesta ha puesto el acento en que el paro se reduce en 2.600 personas respecto al trimestre anterior, situándose en 78.900 desempleados y registrando una bajada del 3,2%, lo que deja la tasa de paro en el 15,48%. Además, el número de ocupados alcanza las 430.900 personas, la cifra más alta desde que existen registros, con la creación de 21.500 puestos de trabajo en este periodo, a la vez que asciende la población activa. Sin embargo, en el análisis interanual se detecta un aumento del 3,4% en el número de parados, lo que sugiere que, pese a la mejora coyuntural, existen incertidumbres.
De esta forma, los datos de la EPA muestran para CIEM una fotografía positiva del mercado laboral en el corto plazo, con descenso del paro y récord de ocupación, pero conviene subrayar que esta mejora se produce en un entorno de riesgos crecientes.
Absentismo laboral, gran amenaza
Las decisiones de política económica y social que se adopten en los próximos meses, tanto en el ámbito europeo como nacional y regional, serán determinantes para consolidar la recuperación o, por el contrario, para exponer al mercado laboral a nuevas tensiones, se ha señalado desde la patronal.
En esta línea, se ha recordado, la gran amenaza existente con el incremento desbocado del absentismo laboral y que es un lastre para las empresas. El presidente de CIEM ha incidido en que ese absentismo lo están pagando las empresas y supone pérdida de competitividad, productividad, atención al cliente y, sobre todo, sostenibilidad empresarial, por lo que se deben buscar soluciones desde la negociación colectiva, como cualquier decisión vinculada al mercado laboral, que tampoco pueden imponerse desde una de las partes.
Desde la Patronal también puesto sobre la mesa la incertidumbre existente sobre el futuro de la PAC y un posible recorte en las ayudas, que afectaría de manera directa sobre la renta agraria, el empleo rural y la competitividad del sector primario, de gran peso para la región.
Otra de las inseguridades que se han puesto sobre la mesa son las derivadas de los posibles aranceles de Estados Unidos, la posibilidad de una financiación “asimétrica” en el contexto nacional o la falta de presupuestos en la región y en el país.
En definitiva, para el presidente de CIEM la prioridad debe situarse en preservar la estabilidad económica y social, en trabajar para evitar que las bajas laborales lastren a las empresas, en garantizar recursos financieros equitativos, proteger los sectores estratégicos frente a amenazas externas como los aranceles y favorecer un marco fiscal y regulatorio que incentive la creación de empleo y la inversión privada. Solo así será posible convertir las señales positivas actuales en una tendencia sostenida a medio y largo plazo, ha concluido.